El otoño nos brinda una oportunidad magnífica para vivir una meditación especial en la naturaleza. Les invito a experimentar el poder de la naturaleza y dejarse maravillar por el otoño a través de esta meditación que creé para ustedes. ¡Aquí vamos!
Para esta meditación es mejor si se encuentran en la naturaleza, sino en un parque en lo posible cerrado a la circulación o la ciudad. La idea es vivir un momento de pausa, encontrar en la naturaleza un refugio.
Resérvense este tiempo para dedicárselo a ustedes mismos, a cuidarse y permitir a su mente y espíritu de recargar energías. Para facilitar este paso, les aconsejo ingresar en sus agendas "una cita conmigo mismo", a la cual darán absoluta prioridad como cualquier otro compromiso. Recuerden, ¡ustedes lo valen!
No necesariamente debe ser mucho tiempo, 15/ 20 minutos diarios ¡tendrán un resultado sorprendente! Aunque, claro está, si además pueden tomarse 1h en la semana, ¡entonces aún mejor!
Sin más preámbulos, ¡vamos a la vivencia del instante!
Para empezar, les invito a entrar en el lugar elegido por ustedes con los ojos de un niño que lo descubre todo por primera vez.
Empiezen simplemente a caminar y ver el paisaje a su alrededor.
Respira: concéntrense en su respiración por un momento. Tomen 3/4 inspiraciones profundas y vacíen por completo el aire.
¿Qué colores pueden observar, qué tonalidades y formas ? No busquen tanto clasificar o etiquetar, sino observar con curiosidad.
Pueden escoger un lugar para detenerse y dedicar un momento a ver las hojas caer, una a una. Elijan una hoja y sigan su curso hasta que llegue al suelo. Elijan la siguiente.
Observen el remolineo de las hojas en el viento.
¿Escuchan el sonido del viento en las hojas? ¿El viento que baila entre las ramas?
¿Escuchan otros sonidos a su alrededor?
Retomen la marcha y dirijan ahora su atención al camino bajo sus pies. El movimiento de brazos y piernas al andar.
¿Tal vez llegan a sentir el peso de los pies en el suelo en cada paso ?
¿Qué sensación tienen en los pies: calor, frío, ¿sienten la presión de los zapatos sobre sus pies ?
Si encuentran en el camino un colchón de hojas: caminen sobre él.
¿Escuchan el crujido de las hojas bajo los pies?
Lleven la atención a la textura de las hojas, la sensación de las hojas bajo los pies.
¿Se animan a jugar con ellas? Dejen a su niño interior el espacio de vivir esta experiencia: saltar sobre las hojas, patearlas tal vez, acostarse sobre ellas, tomarlas entre las manos o lanzarlas en el aire.
¿Qué sensaciones les trae? ¿Cómo se sienten?
¿Qué otros ruidos pueden escuchar?
Sin querer etiquetar o caracterizar nada, solo observar, experimentar, vivir este momento.
Cuando estén listos, tomen una profunda inspiración y retomen su camino,
Dirijan su atención hacia el cielo. Obsérvenlo y respiren.
Pueden elegir un nuevo punto de pausa, dirigir el rostro hacia la luz del sol y cerrar un momento los ojos. Buscar sentir el calor del sol sobre la piel.
Abran los ojos e intenten seguir las nubes y sus formas.
Cuando estén listos y que así lo desean, retomen su camino.
Ahora pueden retomar el curso normal de su día.
¡Respiren, sonrían, vivan !
Les deseo hermosos días de otoño,
Erika
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